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Sueños hechos realidad: Transformando la Comunidad Educativa de Sahagún.

Este relato nos invita a sumergirnos en la travesía de una comunidad que, enfrentando obstáculos, ha logrado trazar un nuevo rumbo gracias a la sinergia entre la Fundación Barco, la empresa ISA y la dedicación de docentes, padres y estudiantes. Desde los cimientos de una nueva escuela hasta los lazos fortalecidos entre vecinos, la narrativa que se despliega aquí es un canto a la esperanza y al potencial que yace en el corazón de Sahagún.

Sueños hechos realidad: Transformando la Comunidad Educativa de Sahagún.

En el año 2016, la Institución Educativa Ranchería – Sede Nueva Esperanza No. 1 era aún una pequeña escuela, expuesta al paso del tiempo y a las inclemencias del clima tropical de Sahagún, Córdoba, donde está ubicada. Y fue precisamente, por esa época, que llegó el acompañamiento de la Fundación Barco, con el programa de Transformación Educativa para la Vida (Hoy Conexión Desarrollo), en una alianza con ISA e ISA Intercolombia. “Decidimos involucrarnos, decidimos hacernos cómplices de esa gestión que hoy da por resultado la construcción de un nuevo espacio», señala la gestora del proyecto, Sofía Peñata.

Los testimonios de aquellos que vivieron la transformación revelan la magnitud del cambio experimentado por esta comunidad, tal como lo narra Santiago Serpa, quien para la época era estudiante del grado sexto. «Nuestra escuela antes era de material y empezó a derrumbarse. Luego nos trasladaron a una casa a la orilla del camino, donde antes funcionaba un billar. Era muy incómoda y pequeña para recibir clases, sin espacio para jugar. Después nos llevaron a una casa construida con paredes de bahareque y techo de palma, con pisos de tierra».

El testimonio de Santiago refleja el desafío que la comunidad educativa enfrentó con la precariedad de sus instalaciones anteriores. La intervención de ISA y la Fundación Barco no solo construyó una nueva escuela, sino que también generó un entorno propicio para el aprendizaje y la recreación.

«… Pero entonces llegó la empresa ISA y nos dijo que nos iban a hacer una escuela nueva. Ya estamos aquí, muy felices, porque es muy grande, no tenemos calor y tenemos mucho espacio para jugar», explicó.

Hoy el colegio cuenta con salones amplios, una cocina, baños para los niños y las niñas, zonas verdes, cancha de fútbol e instalaciones para que los profesores puedan trabajar cómodos y preparar sus clases.

Por su parte, el docente César Ramírez, desde la perspectiva pedagógica, destaca el impacto positivo en el entorno de aprendizaje: “Los docentes nos sentimos muy contentos. Contamos con un espacio suficiente, computadoras, televisor, fotocopiadora. Nos ponemos a la par (de escuelas) de la zona urbana.» Este testimonio resalta la mejora significativa en las condiciones educativas gracias a la nueva infraestructura.

Y es que este espacio no solo ha beneficiado a los docentes, sino que también ha cumplido parte de los sueños de los pequeños estudiantes de la Institución Educativa Ranchería. Carlos Andrés Arrieta, Líder de Calidad Educativa, compartió la emoción al decir que como seres humanos, tenemos sueños. Hay algunos que los podemos realizar y otros que no. Así, la inauguración de la nueva escuela representa la realización de un sueño tanto para los educadores como para los estudiantes, consolidando un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo.

El cumplimiento de este sueño no solo beneficia a la comunidad educativa, sino también a los padres de familia, quienes comparten la visión de hacer posible un horizonte más amplio para su territorio.

Igualmente, los padres de familia destacan la importancia de compartir, como comunidad, estos nuevos espacios y plantean una perspectiva integral para aprovecharlos, utilizando las instalaciones para capacitaciones y charlas, lo que refleja un deseo genuino de integración y crecimiento colectivo.

Es así como toda la comunidad expresa el significativo impacto que ha tenido el programa de Transformación Educativa para la Vida (Hoy Conexión Desarrollo), para la institución y, por ende, en la vida de los estudiantes y sus familias. Las palabras de agradecimiento demuestran que, para la comunidad, el colegio hoy se encuentra en un lugar privilegiado no solo en Sahagún, sino también en Córdoba.

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