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Guardianes de herencia: el centro de integración comunitaria Wayuu

Un nuevo centro de reunión representa un modelo de integración y desarrollo que puede ser replicado en otras regiones del país para contribuir a la preservación de la riqueza cultural de Colombia.

Guardianes de herencia: el centro de integración comunitaria Wayuu

El pueblo Wayuu, una comunidad indígena que habita principalmente en la región de La Guajira, Colombia, es reconocido por su rica cultura y tradiciones ancestrales. Con una historia que se remonta a siglos atrás, se han constituido como un pueblo orgulloso de su identidad y cosmovisión únicas. Su sociedad se basa en principios de solidaridad, respeto por la naturaleza y un profundo vínculo con su territorio ancestral.

Son conocidos por su habilidad en la artesanía, especialmente en la tejeduría de mochilas y hamacas, que son consideradas verdaderas obras de arte. Además, su música, danzas y mitología reflejan la profunda conexión espiritual que tienen con su entorno natural y su historia.

En el corazón de la Guajira, en el Resguardo Indígena Potrerito, se erige un faro de esperanza y unidad, el Centro de Integración Comunitaria Cariwa Pushaina. Este espacio, fruto del trabajo solidario entre la comunidad, la Fundación Barco e ISA TRANSELCA, por el impulso del cabildo gobernador Héctor Pushaina Ipuana y con la continuidad que le dará la cabildo gobernadora Yanelis Rodríguez Epiayu, representa un hito fundamental en la preservación de las tradiciones y cosmovisión del pueblo Wayuu, una comunidad indígena reconocida por su rica cultura y tradiciones ancestrales, por su habilidad en la artesanía, especialmente en la tejeduría de mochilas y hamacas, que son consideradas verdaderas obras de arte.

Esta comunidad es rica en folclor y tradiciones propias que celebran la vida de la personas, de su comunidad y de los invitados especiales que llegan a sus territorios. Al visitar los resguardos la mayoría son recibidas con La Yona, una danza típica que no tiene otro objetivo que agradecer por una buena cosecha o darle la bienvenida a alguien especial bailando hasta el cansancio. De igual forma, existen otras tradiciones como los casamientos que celebran el amor y por supuesto el palabrero o pütchipü’üi, las normas de la comunidad en Wayunaiki, su idioma oficial

A estas tradiciones de celebración se les suman las artesanías como una práctica ancestral que va trascendiendo entre las generaciones, que aprenden a producir chinchorros, hamacas, mochilas, aretes, collares, correas, pulseras y manillas de kanas (figuras en el tejido), que simbolizan acontecimientos o elementos de la naturaleza.

Tanto las tradiciones culturales como las artesanales confluyen en el centro de integración comunitaria, que se convierte en un símbolo de la unión y el esfuerzo colectivo. Durante años, la comunidad Wayuu anhelaba un lugar donde reunirse, compartir sus saberes ancestrales, celebrar sus tradiciones y fortalecer el tejido social que los define como pueblo. Aunque la falta de un lugar físico no ha sido obstáculo para la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones, la comodidad que ofrece el centro permitirá la apropiación de nuevas posibilidades de experimentar la pervivencia de su rica cultura que se evidencia en los mencionados rituales ancestrales y costumbres propias de la zona.

El resultado es un centro multifuncional que alberga diferentes áreas destinadas a la realización de actividades culturales, educativas y sociales, un lugar donde los niños pueden aprender sobre sus ancestros, los jóvenes pueden fortalecer su identidad y los adultos pueden compartir sus saberes con las nuevas generaciones. Es un espacio simbólico donde se custodian las tradiciones y cosmovisión del pueblo Wayuu, transmitiendo historias y leyendas, y enseñando a las nuevas generaciones el valor de su identidad cultural

Las palabras de Yanelis Rodríguez Epiayu, cabildo gobernadora del Resguardo Indígena Potrerito, reflejan la importancia que este centro tiene para la comunidad:

«Este centro ha sido de gran beneficio para nosotros. Nos permite reunirnos, compartir saberes y utilizarlo para muchas cosas. Esperamos que de esta conexión vengan mejores cosas para nosotros, en educación, en temas sociales».

De la misma forma piensa Eduardo Arpuchayna, Autoridad indígena tradicional, quien, en su dialecto expresa su agradecimiento y la felicidad que le representa la obra:

“Estoy muy agradecido por estar hoy reunidos. Estoy muy feliz porque hoy estamos viendo nuestra enramada construida por Transelca. Realmente, estamos felices de poder hacer uso de ella, de reunirnos aquí. Esto era lo que queríamos y anhelábamos.”

Un modelo de integración y desarrollo

El Centro de Integración Comunitaria Cariwa Pushaina es un ejemplo de cómo la colaboración entre la comunidad, las organizaciones sociales y las empresas privadas puede generar un impacto positivo en el desarrollo de las comunidades indígenas. Este modelo de integración y desarrollo puede ser replicado en otras regiones del país para contribuir a la preservación de la riqueza cultural de Colombia.

A lo largo de los años, los Wayuus han enfrentado desafíos significativos, incluida la preservación de su cultura en un mundo cada vez más globalizado y cambiante. Sin embargo, a través de la resistencia y la adaptación, continúan siendo guardianes de su legado cultural, transmitiendo sus conocimientos y tradiciones de generación en generación. su música, danzas y mitología reflejan la profunda conexión espiritual que tienen con su entorno natural y su historia.

En este contexto, el Centro de Integración Comunitaria Cariwa Pushaina emerge como un lugar vital para la preservación y celebración de la identidad de este pueblo, ofreciendo un cómodo lugar donde las generaciones presentes y futuras pueden conectarse con su herencia y fortalecer su sentido de pertenencia.

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